Escultura única hecha con botellas recicladas, simboliza la identidad local y promueve el reciclaje, atrayendo a turistas interesados en arte y sostenibilidad.

Este es el apodo que recibe la escultura urbana Módulo Sícera, una de las más de cien obras de arte que adornan la ciudad. Está compuesta por 3 200 botellas de sidra recicladas y fue concebida con un doble objetivo: concienciar de la necesidad del reciclaje entre la población y potenciar este símbolo de la identidad local, la sidra, declarada Patrimonio Mundial Inmaterial por la Unesco. Como reza en la placa situada al pie del árbol: “Este árbol que ves está hecho con botellas de sidra, no es un capricho de artista, ni una forma agradable de perder el tiempo. Este árbol es una metáfora del árbol de la vida, es la representación visual de cómo es posible conservar los recursos de la naturaleza reutilizando los objetos cotidianos”.